En nuestra Fundación generamos una relación armónica y constructiva con las comunidades educativas, siendo esta interacción la base para el cumplimiento de los fines y principios consignados en el presente Proyecto Educativo.
Procuramos mantener altos estándares de transparencia y probidad en todos nuestros actos; asimismo, promovemos una comunicación clara, fluida, oportuna y de confianza, a través de las instancias y canales que permitan recibir y entregar información, facilitando las instancias de diálogo como parte de nuestra gestión. Entendemos que la necesidad de comunicación puede tener su origen en los agentes propios de cada comunidad educativa, como en los apoderados de forma individual, todos los cuales son reconocidos como interlocutores válidos.
La creación y fortalecimiento de una Cultura Valórica son y serán la base fundamental de la educación en nuestra Fundación, respetando los procesos individuales y colectivos de cada uno de los integrantes de la Comunidad Educativa, la cual deseamos se manifieste de manera espontánea en la convivencia diaria, que trasciendan en la vida personal, familiar, social y laboral de los estudiantes. La práctica de los valores humanistas y cristianos, por los cuales hemos optado, nos han dado y darán coherencia, credibilidad, proyección ante nuestro entorno cercano y la sociedad. Ellos son y serán nuestra mejor carta de presentación y consolidación de la Misión y Visión. Nuestros valores son: Honestidad, respeto, responsabilidad, solidaridad, perseverancia.
Es el hábito de actuar de acuerdo con lo que se considera correcto. La sinceridad y la congruencia entre el actuar y los ideales que persigue, hacen de quien es honesto una persona asertiva y habituada a decir la verdad, a respetar los bienes ajenos y a actuar con probidad académica, entre otros.
Los estudiantes que se integran a las comunidades educativas de la Fundación, demuestran que son honestos cuando, entre otras actitudes:
Es el hábito de reconocer, aceptar y valorar la dignidad y los derechos tanto propios como de terceros, aceptando las legítimas diferencias que existen entre los seres humanos. El respeto implica además, valorar y cuidar el medio ambiente y a otros seres vivos. El respeto incluye el reconocimiento de la autoridad, la aceptación y cumplimiento de las normas de las comunidades a las que se pertenece, y el actuar con buenos modales y cortesía.
Los estudiantes que se integran a las comunidades educativas de la Fundación, demuestran que son respetuosos cuando, entre otras actitudes:
Es el ejercicio pleno de la libertad, es decir, actuar con una finalidad que contribuya al bien personal y social, usando los medios adecuados, y asumiendo las posibles consecuencias personales y sociales de lo que se dice, se decide y se hace. Algunos aspectos de la responsabilidad son el cuidado del medioambiente, del patrimonio cultural y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Los estudiantes que se integran a las comunidades educativas de la Fundación, demuestran que son responsables cuando entre otras actitudes:
Es la disposición constante y desinteresada de caridad, generosidad y entrega hacia los demás, sustentada en el reconocimiento de sus particulares necesidades y expresadas en acciones concretas.
Los estudiantes que se integran a las comunidades educativas de la Fundación, demuestran que son solidarios cuando entre otras actitudes:
Es el hábito de dar lo mejor de sí mismo en pos de un objetivo, a pesar de las dificultades y la adversidad.
Los alumnos que se integran a las comunidades educativas de la Fundación, demuestran que son perseverantes cuando, entre otras actitudes: